El pasado sábado arrancó La Vuelta desde una batea en la ría de Arousa, un evento deportivo de máximo nivel y también una excelente oportunidad de promoción turística del territorio, porque ningún deporte está más vinculado con el territorio que el ciclismo de carretera. No solamente porque pasa y hace uso del territorio, también porque puede pasar por casi todos los sitios donde hay un camino pavimentado, incluso, o sobre todo, por núcleos urbanos y eso a una velocidad idónea para que el territorio por donde pasa sea mostrado en todo su esplendor.
En Francia hace años se han dado cuenta del potencial promocional que tiene el Tour y año tras año diseñan un recorrido que no únicamente ofrece espectáculo deportivo sino también imágenes espectaculares del territorio y su patrimonio. A veces parece que el recorrido del Tour esté diseñado por la oficina de turismo de Francia. Algunos incluso dicen que la retransmisión del Tour de Francia es el anuncio más largo del mundo, tres semanas de imágenes de publicidad que nos muestran lo bonito y apetecible que es el país al otro lado de los Pirineos. El Tour ha convertido lugares perdidos y olvidados en auténticos centros de peregrinaje como Alpe d’Huez, La Madeleine, El Galibier, le Mont Ventoux y el Tourmalet, lugares donde gran parte de la economía local vive gracias al turismo que ha generado la mítica competición ciclista.
Cuando la cursa pasa por regiones como la Bourgogne, la Valle del Ródano o la Champagne podemos estar seguros que en la televisión veremos imágenes aéreas impresionantes del pelotón rodando entre las viñas. A lo largo del recorrido no hay ni iglesia bonita, pueblo encantador, río o castillo majestuoso que no pasa por las pantallas. En más de una ocasión desviaron la caravana publicitaria y los vehículos de apoyo, incluso los motoristas, para hacer pasar el pelotón por las estrechas calles de algún pueblo pintoresco por la sola razón de ofrecer bellas imágenes aéreas o imágenes de cámara fija.

Año tras año ofrecen estas imágenes a los espectadores del tercer evento deportivo más visto del mundo detrás de los juegos olímpicos o los campeonatos mundiales de fútbol, y aunque La Vuelta juegue en otra liga y no puede contar ni de lejos con los espectadores ni la atención de la ronda gala, no deja de ser una oportunidad única para mostrar el patrimonio al mundo entero, ya que La Vuelta se retransmite en directo en Eurosport y en 4 cadenas públicas europeas, tres canales de pago en Estados Unidos y Canadá, 3 canales nacionales en Asia y en Europsort Asia, en una cadena colombiana, en ESPN Internacional, un canal pan-americano y en Supersport, un canal pan-africano. Además hay 16 cadenas internacionales que ofrecen resúmenes diarios.
En los últimos años hay que reconocer que los organizadores de La Vuelta están haciendo un gran esfuerzo para adecuar su recorrido e incluir el aspecto turístico. Este año pinta francamente bien, con una espectacular apertura en las Rias Baixas, una llegada hoy en Fisterra, un contrarreloj en Tarazona y las etapas por el pirineo y la Cornisa Cantábrica. Parece que quedan atrás estas etapas que recorrían decenas de kilómetros por autovías en medio de la nada. Aunque me dé un poco de miedo la etapa del jueves que recorre casi 150 km por la N630 una carretera bastante aburrida en Extremadura teniendo alternativas en la misma comunidad que harían más justicia a su patrimonio.
También en su portal web los organizadores de La Vuelta hacen una modesta contribución a la difusión turística con breves descripciones turísticas de los lugares de salida y llegada de cada etapa (http://www.lavuelta.com/13/es/recorrido/index.html?e=4). Es un paso significativo en el buen camino, pero aún quedan lejos del portal de sus colegas en Francia, donde no solamente destinan una mini página web entera a los lugares de salida y llegada (http://www.letour.fr/le-tour/2013/fr/etape-13/ville-depart.html), también incluyen un listado y un mapa de puntos de interés a lo largo de cada etapa (http://www.letour.fr/le-tour/2013/fr/etape-13/sur-la-route.html). Gracias a su colaboración con el “Centre des Monuments Nationaux”, elaboran fichas informativas sobre los monumentos que se encuentran en o cerca del recorrido de la etappa (http://www.letour.fr/le-tour/2013/docs/monuments/FR_Clo%C3%AEtre_Psalette_Etape13.pdf).

Claro queda que lo más importante de la Vuelta es el espectáculo deportivo, pero del mismo modo que el FC Barcelona o el Real Madrid sirven de uno de los muchos motores turísticos para ambas ciudades, La Vuelta abre durante tres semanas un escaparate al mundo, un escaparate donde se puede mostrar lo mejor del país y que puede ayudar al desarrollo turístico de algunas zonas del interior, generando un turismo de calidad deportivo, cultural y de importante retorno económico. No se puede dejar los organizadores de La Vuelta solos en esta tarea. Las administraciones públicas, a través de sus oficinas y departamentos de turismo tienen un gran papel, no tanto aportando dinero sino contenido y apoyo logístico.
Completamente de acuerdo en lo que dices.
No soy una persona a la que le guste ver los deportes en la tele. Sin embargo, el ciclismo sí me gusta verlo. De hecho, me trago hasta esas etapas aburridas en las que no ocurre nada de emocionante sólo por ver las bonitas imágenes que sacan de los pueblos y paisajes, sobre todo las aéreas.
Francia nos lleva mucha ventaja en esto de la promoción turística a través del Tour, pero aquí en España tenemos un claro ejemplo que debería tenerse en cuenta por parte de todos y que demuestra que funciona y poco a poco se va haciendo mejor.
Es el caso de Asturias con los Lagos de Covadonga y desde hace unos años también con El Angliru.
Toda España conoce Los Lagos desde que empezaron a salir en La Vuelta aunque no sigan el ciclismo. Y poco a poco, aunque de momento entre los aficionados a este deporte, se va conociendo también la zona en la que se encuentra El Angliru, y se mueve mucha gente.
Vivo en Asturias y mi hermano, aficionado al ciclismo vendrá a ver la etapa del Angliru. Y como él, muchos otros, ya que cuando ha buscado alojamiento en la zona, le ha sido muy difícil encontrarlo. Posteriormente, siempre se les escucha decir que quieren volver a verlo o a subirlo ellos mismos con sus bicis. Los Pirineos son otra muestra de lo mismo.
En resumen, que como muy bien dices, debería hacerse más y mejor uniéndose los entes turísticos y la televisión para difundir más nuestras riquezas patrimoniales y paisajísticas.
Siempre es bueno recibir testimonios desde el campo! Los Lagos y el Angliru no solamente se han dado a conocer en España, también empiezan a conocerse en los países donde el ciclismo tradicionalmente se ha seguido con más interés, incluso por personas que no son seguidores del ciclismo pero que, igual que tu, miran las carreras para ver los paisajes y el patrimonio. Un hombre mayor me comentó alguna vez que, siendo un joven adolescente en una época que todavía no existían o había muy pocas grabaciones de imágenes, las crónicas de las carreras ciclistas en el diario, que a falta de imágenes utilizaban un lenguaje mucho más dramático que actualmente, era su manera de viajar. Que su imaginación volaba hacia lugares con nombres tan exóticos como Lombardía, Cerdeña, Bretaña, La Provenza, Borgoña o Andalucía.
Bueno, igual no me expliqué bien. Sí soy seguidor del ciclismo aunque no lo practico. Demasiado duro para mí.
Tienes razón con lo de Los Lagos y El Angliru. Empiezan a ser conocidos en algunos países fuera de España, donde como bien dices, existe una mayor afición a este deporte, y eso se deja ver sobre el terreno, con cada vez más extranjeros viniendo a visitar estas preciosas montañas. De hecho, alguna que otra vez recibí comentarios de personas de fuera sobre el ciclismo y nuestra geografía.
Bonita «historia» esta de los viajes a través de las narraciones de las etapas en la radio. Puedo imaginar a este señor y a otros como él dejando volar su imaginación con las retransmisiones, que por cierto tenían que ser buenísimas hace años. Yo estoy tan acostumbrado a las imágenes que nunca lo pensé.
Un saludo
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